sábado, 28 de enero de 2017

Análisis de la EPA del 4ª trimestre del 2016 para las profesiones

El año 2016 finalizó 413.900 ocupados más que el año anterior, un 2,29% anual y 541.700 personas menos en paro, un 11,33% anual. Ello ha producido que la tasa de paro baje hasta el 18,63%, un 2,26% menos que el mismo trimestre del 2015. No obstante, esta caída también se explica por las 127.800 personas menos, un 0,56% anual, que ya no trabajan ni buscan empleo, es decir, la población activa se ha reducido. Es el balance general agregado que deja la última Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre del 2016 que publicó el 26 de enero el Instituto Nacional de Estadística (INE)

En el detalle de la EPA, cabe señalar la ligera caída de ocupación de 19.400 personas, especialmente en el sector público, el crecimiento del 5,04% trimestral de la ocupación a tiempo parcial en detrimento de la ocupación a tiempo completo con un 0,98% trimestral menos y la afección de menor empleo en la construcción y el sector servicios. 

Y es precisamente, dentro del sector terciario, donde se encuentra el subsector de servicios profesionales* sobre el que se exponen algunos datos analizados en la EPA: 

  • Disparidad en la ocupación: caída en las actividades sanitarias y servicios sociales 
Si bien, las actividades profesionales, científicas y técnicas experimentaron una subida de la ocupación del 1,64% trimestral, la parte negativa se la llevaron las actividades sanitarias y servicios sociales donde la ocupación se redujo un 4,20% trimestral. Ello contrasta con la caída del 0,10% de la ocupación total en España en el mismo periodo. Una de las causas de este comportamiento en las profesiones sanitarias y sociales puede deberse a la moderación del periodo de sustituciones al que acostumbra el sector sanitario para reforzar los principales núcleos de población turística en el verano.
  • Ligero repunte en algunas tasas de paro aunque permanecen por debajo del dato nacional 
La destrucción de ocupación en las profesiones sanitarias y sociales se ha reflejado en su taso de paro que ha pasado del 5,70% en el tercer trimestre del 2016 al 6,11% del cuarto trimestre analizado. En el lado positivo, las actividades profesionales, científicas y técnicas han bajado su tasa de paro hasta el 4,53% en relación al 5,93% que anotaron en el tercer trimestre del pasado año. En consecuencia, son porcentajes a considerar, aunque lejos del dato nacional del 18,63% lo que denota la fortaleza del subsector de servicios profesionales.
  • Las profesionales resistieron mejor el ajuste del empleo 
De acuerdo con el desglose que se desprende, hay que destacar la subida del 4,21% trimestral de empleo de las mujeres dedicadas a las actividades profesionales, científicas y técnicas. No obstante, su ocupación se redujo un 3,84% trimestral en las actividades sanitarias y de servicios sociales. Por el contrario, sus compañeros en sanidad y servicios sociales cayeron en un 5,42% y un 0,79% trimestral en las actividades profesionales, científicas y técnicas. A nivel general de la economía, los hombres ocupados cayeron un 0,40% trimestral, mientras que las mujeres ocupadas crecieron un 0,25% en el mismo periodo aunque con empleo muy asociado a tiempo parcial.
  • Nueva alza del empleo a tiempo parcial en el subsector 
El subsector de servicios profesionales tampoco ha escapado de la tendencia hacia el empleo a tiempo parcial. Así, en las actividades sanitarias y servicios sociales ha crecido un 5,13%, mientras que a tiempo completo ha disminuido un 5,86%. Por su parte, en las actividades profesionales, científicas y técnicas, la ocupación a tiempo completo ha avanzado 1,52%, si bien, a tiempo parcial ha subido un 2,52%. En definitiva, un comportamiento similar al que ha experimentado el conjunto de la economía. 

*Para analizar el subsector de servicios profesionales se contempla la agregación de la categoría de actividades profesionales, científicas y técnicas junto con la de actividades sanitarias y de servicios sociales, las cuáles son nombradas así por el INE.

martes, 17 de enero de 2017

Mucho camino institucional por recorrer para erradicar la pobreza y la desigualdad

La calidad institucional como elemento clave en la reducción de la pobreza y la desigualdad




  • Informe del Banco Mundial 
Más allá de las diferencias regionales, el perfil característico de los grupos sociales más pobres en el mundo se concentra en un 80% en el ámbito rural, la mitad son menores de 18 años —cuando este grupo de edad es solo un tercio de la población mundial—, y el nivel de formación de los adultos es muy bajo. Así lo describió Ana Revenga, supervisora del Banco Mundial, en el informe sobre la pobreza y la prosperidad compartida: abordar la desigualdad que se presentó el 16 de enero en la sede de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID). Con la finalidad de poner fin a la pobreza y promover la prosperidad compartida a nivel mundial, la institución financiera elaborará entregas periódicas del informe para mostrar los avances en los objetivos de desarrollo sostenible fijados por Naciones Unidas (NU), concretamente el primero: fin de la pobreza y el décimo: reducción de las desigualdades. En definitiva, con estos estudios se pretende llegar a los profesionales del desarrollo, los encargados de la formulación de políticas y a la sociedad en general. 

Más en detalle, Revenga señaló que en el espectro 2008-2013, los ingresos del 40% de población más pobre en los países en desarrollo convergieron hacia las rentas más altas. Sin embargo, en los países de renta más alta o en aquellos del este de Europa, la desigualdad creció en el mismo periodo. Por su parte, Mario Negre, codirector del equipo que elaboró el informe, sostuvo que si el 40% más pobre de los países tomará o compartiera un 1% del crecimiento del 60% más rico, se alcanzaría el objetivo de reducción de la pobreza fijado para el año 2030. E incluso podría llegar en 2025 si el porcentaje fuera del 2%. En este sentido, defendió que «las políticas redistributivas pueden ser muy importantes para reducir la pobreza». 

En cuanto a las políticas sobre pobreza y desigualdad, las cuales «no son automáticas e irrevocables», José Cuesta, también codirector del informe, apuntó algunos de los aspectos comunes que habían llevado a países como Brasil, Perú, Mali, Camboya y Tanzania a rebajar sus índices de desigualdad en la última década. Entre esos factores se encuentran el crecimiento económico sostenido y rápido, unos mercados laborales más estables y que buscan reducir brechas, y la aplicación de políticas apropiadas tales como la inversión en infraestructuras, educación y sanidad. Todo ello junto con el aprovechamiento de un entorno económico internacional favorable. Asimismo, José Antonio Alonso, del comité de política de desarrollo de NU, refirió en su análisis la mejora y el progreso de la calidad institucional como un elemento clave del impacto de la desigualdad en la sociedad. 

  • Informe de Intermon Oxfam 
También el mismo día 16 se hacía público el informe Una economía para el 99% de la organización Intermón Oxfam, donde para atajar el problema de la pobreza y la desigualdad expone que se «requiere repensar el modelo económico». En este sentido, los datos de la economía española no acompañan y apunta que la desigualdad medida por el índice de Gini aumentó en 0,9 puntos en los últimos dos años.

De este modo, entre las líneas de cambio por las que aboga alude a potenciar el talento de las personas para así sacar su mayor provecho, enfocar la economía para que sirva a la mayoría y fomentar paquetes de políticas dirigidas a los colectivos más vulnerables ya excluidos o en riesgo de exclusión social.