lunes, 18 de mayo de 2015

El cambio cultural que necesitamos


"La consolidación totalizadora de Internet y las redes sociales supone, en la vida y hábitos cotidianos, un cambio de mayor trascendencia que el que en su día supuso la máquina de vapor o el motor de explosión". Lo dice Juan Goytisolo en su columna Lo reciente queda antiguo, publicada para el Día de Internet. La Red como transformadora de nuestra realidad social, de nuestro relato como individuos y como instituciones. Algo de lo que suele hablarse en el TrendSpain que, por estas fechas, organiza el consultor político Antonio Gutiérrez-Rubí de la mano de Google. En esta edición, sin ir más lejos, la sesión celebrada en Medialab-Prado estuvo centrada en la ciudad como laboratorio de participación ciudadana; tema del que puede descargarse la siguiente publicación: La ciudad, tecnolaboratorio ciudadano.

No fue casualidad que se hablara de gobiernos, de instituciones; porque, a veces, se nos olvida que aquellos y aquellas que dan forma a las ciudades, a los gobiernos, a las instituciones son aquellas personas que viven la transformación que supone en su día a día la tecnología, y cómo ésta ofrece otros caminos. No hablamos de una cultura del cambio, sino de un cambio de cultura. La horizontalidad no es una moda pasajera; no hay legitimación sin participación. Como bien apuntaron en esta sesión, el desafío está en lo político y no en lo tecnológico. En idear diseños participativos en sí mismos, que puedan anticiparse a procesos de presión, de cambio de regulación. Se impone un cambio del modelo de las instituciones donde la tecnología es el medio para la apertura, para la transparencia.






Desde este blog hemos insistido en esta tesis. Hemos hablado de datos abiertos y transparencia. Trabajamos con la idea de la cultura del buen dato, aquel que nos permita ser precisos con la realidad. En un presente en que las personas, los profesionales, se vuelcan en la Red -identidad y actividad se diluyen en el mar 2.0-, qué hacer con esa información, con esa actividad, se presenta como una oportunidad. Proyectos como Ojo al Data están, precisamente, interesados en el aumento exponencial del volumen de información resultado de los procesos científicos, económicos, sociales y culturales: cómo aprovechar todos estos datos para gestionar las ciudades con más eficiencia, para avanzar en la investigación científica, puede debatirse en este espacio. También puede visualizarse en la exposición Big Bang Data, de la que hablamos hace un año en la revista Profesiones

Y aunque toda esta cuestión nos genera, sobre todo, esperanza en el cambio cultural, no podemos desdeñar que, al mismo tiempo, surgen cuestiones acerca de la seguridad y el control de los datos, la privacidad e intimidad de las personas, o la gobernanza de las infraestructuras y el acceso a la información que nos ponen alerta. Ahora más que nunca, la implicación transversal de un profesional responsable, un profesional que entienda este cambio cultural, se hace indispensable para el objetivo lógico, común, de una sociedad más justa

jueves, 14 de mayo de 2015

Día de Internet y economía colaborativa

Fuente imagen Mokanews.com
«Apoyada en códigos culturales innovadores, internet permite crear nuevas condiciones de organización e innovación empresarial que están en la base de la nueva economía». Manuel Castells, sociólogo. 

Si algo ha proporcionado internet al desarrollo social es la capacidad casi infinita de compartir información, conocimientos, productos, servicios, etc. Pero la red de redes es mucho más, «internet tiene cuatro capas culturales: la universitaria, la de los hackers, la de las formas culturales alternativas y la empresarial». Así sostiene, Manuel Castells, sociólogo en la Universidad de California en Berkeley. 


Bien pensado, la economía colaborativa tiene algo de las cuatro capas que refiere Castells: 
  • Capa universitaria: aunque abierta a todo el mundo, numerosos proyectos de economía colaborativa emanan desde el ámbito universitario gracias la investigación y la cooperación. Apps, plataformas de crowdfunding, etc. 
  • Capa hackers: recordemos que los 'malos' son los crackers; en definitiva, como afirma Manuel, «la ética hacker es la pasión por el crear» y ¿qué es la economía colaborativa sino reinventar y crear nuevas formas de desarrollo socioeconómico? 
  • Capa cultural alternativa: la economía colaborativa busca romper el código de las relaciones económicas y sociales tradicionales para construir una forma interacción de la sociedad más horizontal y cimentada en la confianza. 
  • Capa empresarial: basada en la innovación, nuevos modelos de negocio en red, participativos, mayor conciencia de sostenibilidad..., son algunos de los rasgos característicos de la economía colaborativa. 

Encuentro internacional sobre economía colaborativa. Zinc Shower 2015 

En este sentido, el auge y ebullición que vive el fenómeno colaborativo se pudo comprobar la pasada semana en Matadero, Madrid, con la celebración de la tercera edición del encuentro internacional sobre economía colaborativa y creativa organizado por Zinc Shower. En él, se dieron cita más de 6.000 visitantes con perfiles variopintos y multidisciplinares pero con el denominador común de compartir experiencias, propuestas innovadoras, así como abordar el emprendimiento de sus iniciativas, para lo que se contó también con la participación de inversores que pudieran favorecer así el contacto. Business angels o plataformas de crowdfunding fueron algunas de las fórmulas más destacas en el ámbito de la financiación. 

A través de una gran diversidad de talleres específicos, reuniones y charlas se presentaron multitud de proyectos en campos tan heterogéneos como el editorial, el comercio electrónico, aplicaciones móviles, formación, marketing, turismo cultural y comunicación, entre otros. 

También el ámbito de las profesiones esta cada vez más presente en la esfera de la economía colaborativa. Las áreas de arquitectura y tecnología estuvieron presentes. No en vano, dentro del público objetivo al que estuvo dirigido el evento, Zinc shower señaló a los profesionales liberales, sabedor del potencial creativo y emprendedor que poseen. 




viernes, 8 de mayo de 2015

Crowdfunding, herramienta de comunidad necesaria para los autónomos

Autónomos UE28 (2008-2014)
Una de las huellas que dejó la Gran Depresión allá por los años 30 del siglo pasado, fue la denominada «cicatriz invisible», una sensación en esas generaciones de «desconfianza patológica en los bancos» como describe John Coates, investigador en neurociencias de la Universidad de Cambridge en su libro La biología de la toma de riesgos. Algo muy similar a lo que ha sucedido con la crisis actual, sin embargo, en esta ocasión, la economía y la sociología se han abierto camino de manera conjunta con nuevas fórmulas basadas en el apoyo de la comunidad a través de plataformas online para las personas que quieran financiar sus proyectos; nos referimos al crowdfunding —o micromecenazgo—. Un fenómeno en vías de consolidación y que, sin ir más lejos en España acaba de ser incluido en el ámbito de financiación participativa en la denominada Ley de fomento de la financiación empresarial publicada por el BOE el 27 de abril.

  • División de los inversores entre acreditados y no acreditados
Entre las características principales del texto, divide el tipo de inversores en dos: acreditados, cuyos requisitos, centrados en su volumen económico, aparecen detalladamente en el artículo 81 y, por otro lado, los no acreditados, que quedan enmarcados en una serie de medidas protectoras traducidas en topes de actuación como: 
  1. No podrán invertir más de 3.000 euros en un mismo proyecto; 
  2. Tendrán un límite de inversión de 10.000 euros durante 12 meses en una misma plataforma de crowdfunding. 
En este sentido, el comisario europeo de Estabilidad Financiera, Jonathan Hill, afirmó este martes en Madrid, que «España debe dinamizar sus mercados de capitales con alternativas como el crowdfunding, capital riesgo, etc.», para de ese modo poder sortear periodos de crisis con más argumentos. Asimismo, refirió que «el crowdfunding se está vigilando de cerca».

  • Necesidad de financiación de los autónomos en la Unión Europea de los 28
Unión Profesional no ha sido ajeno a los inicios y el desarrollo del crowdfunding; a través de la revista Profesiones, se han realizado diversos artículos profundizando en su esencia de comunidad y explorando su potencial en el sector de los colegios profesionales como instrumento de financiación, pero también como plataforma de asesoramiento para aquellos profesionales que deseen emprender su ejercicio por cuenta propia. No obstante, respecto a la ley también han surgido voces críticas que achacan el freno que puede suponer para los emprendedores. 

Por ello, apoyar los inicios de aquel que desea iniciar un proyecto debe ser objetivo también del crowdfunding de manera sustantiva. Los datos así lo atestiguan. Si observamos (ver mapa) la evolución del número de trabajadores autónomos en el periodo del 2008 al 2014 a partir de los datos de Eurostat, destaca la brecha existente entre los países del sur y norte de la UE y muestra la dificultad patente a la que se enfrentan Pymes y autónomos para emprender su actividad debido al estrechamiento del crédito de la banca tradicional. Por tanto, impulsar nuevas vías de financiación complementarias como el crowdfunding es un ejercicio que se antoja imprescindible por todas las instituciones. Solo así se podrá aprovechar el potencial de la sociedad civil en esta situación.