martes, 3 de diciembre de 2013

Servicios profesionales: potencial de crecimiento actual

Comisión Europea: en España, «la transición deseada hacia actividades que requieren mayor valor añadido, conocimientos y tecnología está todavía obstaculizada por la ausencia de una mayor liberalización de servicios profesionales»

Esta fue una de las principales conclusiones que emitió la Comisión Europea el pasado jueves 26 de noviembre, en su informe sobre las pymes en Europa. Destacó además, que el perfil de éstas en España se caracteriza por una generación de valor añadido reducido concentrado en alimentación, comercio, restauración, textil, etc. No obstante, hay que tener en cuenta, que el 94,1% del tejido empresarial español son microempresas; es decir, tienen menos de diez trabajadores y ocupan al 38,5% de los trabajadores, según el Instituto de Estudios Económicos (IEE). En este sentido, la transformación de la economía hacia actividades de mayor valor añadido por la que aboga Bruselas tiene una justificación certera: una mayor liberalización de los servicios profesionales merece una especial reflexión

  • Las profesiones invierten en innovación tecnológica 

Las profesiones muestran un comportamiento contracíclico positivo en innovación tecnológica. Durante el año 2012, el gasto en innovación tecnológica en las actividades profesionales, científicas y técnicas creció un 5,1% frente al descenso acusado del 9,1% en el conjunto de la economía. Unos datos que toman un mayor significado si se contextualizan con la bajada de un 6,6% en la industria y de un 11,1% en los servicios como refirió el INE el 27 de noviembre en su publicación. Este incremento, que no es casual o fortuito, responde al concepto de profesión liberal estructurado bajo el modelo colegial actual, que percibe la innovación en todos los órdenes de la profesión como esencial para ofrecer cada vez un servicio de calidad media más elevada a los usuarios. Sin el incentivo que proporcionan las entidades colegiales en la promoción y evolución de las profesiones y, de la misma forma, el amparo de seguridad que sirven a los clientes o pacientes a través del instrumento de colegiación, una liberalización excesiva que alejara al profesional y ciudadano de los colegios distorsionaría estos elementos. 

  • Los servicios profesionales como bienes transables

Fruto del apoyo a la evolución de las profesiones por las instituciones colegiales los servicios profesionales tienen la capacidad hoy de ser considerados transables, o lo que es lo mismo, exportables. ¿Por qué? Si nos remontamos al periodo de crecimiento de la economía española comprendido entre 1995-2007, vemos que éste se debió a los bienes no transables; en otras palabras, bienes que no eran exportables como los que resultan de la construcción o restauración. Sin embargo, los profesionales -durante esta etapa y de forma más reciente e intensa- ven en la prestación de sus servicios al exterior mediante soportes tecnológicos una posibilidad real y efectiva de competir en el exterior a través de la seña de calidad -ejemplo: e-commerce-. Este nuevo escenario presenta, no obstante, una sensibilidad especial, dado que la prestación debe preservar la misma confianza para el ciudadano que un servicio profesional al uso.

Por tanto, si se quiere fomentar el potencial exportador de nuestra economía, un factor primordial debería ser asegurar que la prestación de servicios profesionales se realiza en base a los criterios de seguridad indispensables para el cliente o paciente y con el nivel de calidad necesario que garantizan los colegios profesionales a través del control deontológico. Desplazar a las instituciones colegiales a un papel más distante, en este apartado, supondría un argumento de menor competitividad y credibilidad de nuestros profesionales en el exterior en comparación con otros países donde el modelo colegial está más presente.

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